Qué es y cómo nos afecta el Hallux Limitus

El Hallux Limitus es una deformidad como los juanetes en la cual el primer dedo gordo del pie (1ª articulación metatarsofalángica) no es capaz de realizar todo el rango de movimiento que es necesario para que se desarrolle un correcto despegue del pie durante la marcha.

Existen diversos factores que pueden influir negativamente en el rango de extensión de esta articulación, como son un primer metatarsiano muy corto, déficit de tono muscular o hipermovilidad de las articulaciones,  un primer dedo excesivamente largo, una forma cuadrada de la cabeza metatarsal, retracción de partes blandas en esa zona, insuficiencia del músculo peroneo lateral largo, un ángulo abierto de la marcha (pies muy separados al caminar).

 

Consecuencias del hallux limitus en el pie

 

  • Alteración de las presiones plantares – callosidades. El dedo gordo del pie hace callosidad mientras el metatarsiano (que es el hueso que debería apoyar) no trabaja. Esto se considera un signo diagnóstico de esta patología además de las callosidades características del dedo se produce un patrón de callos particular.
  • Descenso del arco interno y pie pronador. Al perderse la función de bisagra de esta articulación, la compensación se produce en la parte media del pie mediante el movimiento de pronación durante el desarrollo del paso. Esto se puede observar con el descenso del arco interno del pie.
  • Despegue del pie en bloque. Esta característica es común observarla en población geriátrica con Hallux Limitus avanzado.

huellas

Consecuencias del Hallux Limitus en el resto del cuerpo

 

Cuando se produce el desarrollo del paso, en el momento del despegue del pie del suelo, son las articulaciones metatarsofalángicas las que se quedan ancladas al suelo y es todo el pie y el cuerpo el que se mueve sobre ellas. De manera que si existe limitación en su movimiento de extensión, la progresión y posición de todo el cuerpo puede verse afectada.

Este bloqueo de movimiento repetida millones de veces a lo largo de la vida hace que los efectos a la larga sean similares a los ocasionados por un tropiezo repentino, cuyos resultados serían un movimiento brusco de la cabeza y el cuello hacia delante, seguido de una flexión del torso y del tronco sobre la cadera, mientras que el pie permanece fijo en el suelo bloqueado por el obstáculo que ocasionó el tropezón. La inercia hace que el cuerpo trate de continuar su movimiento hacia delante, provocando así los movimientos descritos.

Las articulaciones superiores del cuerpo producen ciertas compensaciones, como son la perdida de la lordosis lumbar y/o cervical (desviación de columna), cuyo resultado a lo largo de la vida puede ser la posición encorvada característica de la población geriátrica.

Estas compensaciones posturales pueden ser el origen de dolor en la zona baja de la columna vertebral (lumbares). Se da con relativa frecuencia en la práctica clínica que pacientes con un grado más o menos avanzado de Hallux Limitus presenten alteraciones dolorosas a nivel lumbar como hernias de disco o ciáticas. Estas alteraciones se producen por sobreuso del músculo psoas, ya que es ahí donde se origina, o incluso en la zona de las ingles. Este sobreuso del psoas puede causar el dolor antes mencionado.

Además, las modificaciones en las curvas vertebrales son el origen de otro tipo de lesiones o molestias, como por ejemplo distensión de unos ligamentos y relajación de otros; presión desigual en la superficie de los discos intervertebrales con posibles protrusiones que pueden ocasionar problemas de compresión en las raíces nerviosas; o inestabilidad vertebral, que se dan sobre todo en L4-L5 o L5-S1, dos de las localizaciones más frecuentes de rotura o herniación del disco intervertebral.

En muchas ocasiones las lesiones asociadas a éste tipo de problemas encuentran solución con un estudio de la pisada y con quiropodias para quitar los molestos callos.

Fdo. Priscila Távara; Dipl. En Podología. Especialista en estudios de la pisada.