La recuperación de lesiones gracias a las ondas de choque en fisioterapia
Las ondas de choque son ondas acústicas de alta frecuencia y energía que en fisioterapia se han confirmado como un excelente recuperador de lesiones.
Interactúan con el tejido promoviendo su reparación y el crecimiento celular, y sus principales ventajas son el alivio del dolor y la recuperación de la movilidad. Además, al no tratarse de una terapia quirúrgica, aceleradora dicha recuperación en lesiones dolorosas.
¿Cómo funcionan?
Se aplican de 1 a 4 ondas acústicas por segundo en un gel que las transmite en una sola dirección a través de un transmisor. La energía cinética del proyectil, generada por el aire comprimido, se transfiere al cabezal en el extremo del aplicador y se adentra en el tejido.
Efectos en lesiones
Analgésico: se produce por la inhibición de la Sustancia P. La sustancia P es un neuropéptido que actúa como neuromodulador y neurotrasmisor del dolor.
Regeneración tisular: viene dada a corto plazo por el aumento de la irrigación sanguínea y la posterior creación de factores de crecimiento autólogos y de células madre.
Tratamiento
Existen numerosas patologías en las que las ondas de choque son una gran alternativa cuando la fisioterapia y la medicina convencional fracasa:
- Calcificación en tendón del supraespinoso y otras tendinopatías calcificantes.
- Tendinopatías
- Epicondilosis humeral lateral y medial
- Fasciosis plantar o entesopatía de la fascia plantar: con y sin espolón calcáneo.
- Tenovaginosis crónicas : Enfermedad de De Quervain
- Fracturas de estrés (siempre superficiales)
- Osteonecrosis
- Enfermedad de Kienbock en la muñeca
- NAV
- Enfermedad de Freiberg en el pie.
- Osteocondritis
- Heridas cutáneas
- Ulceras cutáneas
Efectos secundarios inexistentes
Los efectos secundarios de esta terapia no son graves, tan solo aparición de hematomas e inflamación de la zona, en ambos casos de rápida desaparición.
En Clínicas Beiman se cuenta con esta tecnología en todas sus clínicas y el protocolo de aplicación se base en 3 sesiones como mínimo y 5 como máximo, tiempo en el cual si la patología no mejora se considera que el tratamiento no surte efecto.