Igor Bellido

Igor Bellido (Sevilla, 2002) está llamado a ser uno de los referentes del triatlón español en unos años. Sus resultados avalan esta afirmación: sexto en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, tercero en los relevos mixtos de este mismo evento, primero en el Campeonato de Europa de la Juventud 2019 por relevos mixtos y, especialmente, dos grandes éxitos: Campeón del Mundo de Triatlón en Edad Escolar 2019 y Campeón de Europa Youth 2019. Ahora está en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid y vive en la Residencia Blume junto a los mejores jóvenes triatletas del país.

A pesar de todos estos logros, el joven triatleta no le obsesiona ser el próximo Javier Gómez Noya, su referente deportivo. Más bien, prefiere ir paso a paso, como le han inculcado sus más cercanos, sus padres y su entrenador. Lo único que tiene claro (y para lo que entrena) es que quiere competir en unos Juegos Olímpicos. No obstante, no renunciará para ello a los estudios. Con Igor charlamos sobre cómo es la vida de un joven y exitoso deportista que ama lo que hace.

Venir a Madrid ha sido

un cambio muy grande para mí.

Lo he dejado todo en Sevilla, familia,

amigos… Pero me estoy adaptando muy bien

—salud+deporte: ¿Cuándo y cómo comenzó en el triatlón?
—Igor Bellido: Llevo algo más de ocho años practicando triatlón. Yo empecé jugando al fútbol y luego me pasé a la natación porque me detectaron una escoliosis lumbar y al jugar como defensa no me podía tirar al suelo. Por ello, el doctor me recomendó la natación. Pero la verdad es que no me gustaba mucho nadar, me aburría… Pero mi padre me apuntó una vez al triatlón Villa de Herrera y me gustó.

—¿Cuál es su triatleta preferido?
—Sin duda alguna, Javier Gómez Noya.

—¿Y lo que más le gusta de este deporte?
—El ambiente. En ningún otro deporte hay este ambiente. Esto es lo que más me llena pero también otras cosas como conocer a personas como mi exentrenador, Samer Alí-Saad Guardia (extriatleta profesional), con el que estuve cinco años en el Club Triatlón Isbilya – Sloppy Joe’s. Ahora estoy en la Residencia Blume [centro de alto rendimiento] y el ambiente sigue siendo inmejorable.

—¿Y algún aspecto negativo? Siendo tan joven hará muchos sacrificios…
—Negativo, negativo no… Si yo sigo haciendo triatlón es porque me gusta todo lo que tiene ver con él. Pero sí es cierto que hay cosas que me gustaría realizar más a menudo si no estuviese con el triatlón como salir con mis amigos, comer ciertas comidas…

—¿Cómo es tu experiencia en la Blume?
—Estoy en un grupo de entreno de cuatro o cinco entrenadores, con equipo médico y psicólogo. Es un lujo enorme. Venir ha sido un cambio muy grande para mí. Lo he dejado todo en Sevilla. Familia, amigos… Un cambio drástico. Pensaba que iba a costarme mucho más adaptarme, pero me estoy adaptando muy bien. A partir de aquí, cualquier logro deportivo que yo consiga es fruto del trabajo de todo este equipo.

Entrenamiento y
recuperación

—¿Cómo es un día de Igor cuando tiene que entrenar?
—El de hoy, por ejemplo. Me he levantado a las ocho y media de la mañana. He desayunado. He tenido clase de la universidad de nueve a diez y media. A las once me he ido a entrenar, carrera a pie y bici, hasta la una y media. He almorzado, he dormido un poco de siesta, una hora y media o dos, que eso no puede faltar. A las seis, natación, hoy 5.600 metros, pero normalmente 4.000 metros. Hemos nadado de seis a siete y media. Un poco de estiramiento en la piscina. Y justo de ahí, del tirón a la Blume para cenar a las ocho y cuarto. Después de cenar estudio hasta las once. Y fin.

—¿Cómo cuida la alimentación un triatleta?
—Aquí me cuido yo. Hay un bufet, con cuatro platos. Una ensalada, carne, pescado, patatas, potaje… Depende del día. Además hay una parte de pasta, arroz y arroz integral. Soy consciente de que para tener resultados tengo que saber qué comer, qué come un deportista que está haciendo las cargas de entrenamiento que hacemos. La alimentación es parte del entrenamiento, igual que el descanso. Dormir bien, cuando estás en tu habitación…

Normalmente nado seis días a la

semana, corro cinco días, cuatro

o tres, dependiendo del momento

de la temporada, y con la

bicicleta similar.

—¿Tiene algún secreto en las carreras para soportar los niveles de exigencia del triatlón?
—En el último Campeonato de Europa, pienso en la carrera y no sé cómo pude aguantar tanto sufrimiento. Trabajo mucho para reforzar ese umbral de sufrimiento. Me han enseñado que hay tres pilares en el triatlón: genética, mente y constancia. Si uno falla, no se consiguen los resultados.

—En ocasiones, a los deportistas jóvenes se les inculca la idea de que hay que entrenar constantemente para ser el mejor, lo que lleva a que se descuide el descanso. ¿Qué opina sobre ello?
—El descanso es clave. Dormir bien por la noche. Además, yo descanso todas las tardes, con una buena siesta, por ejemplo. ¡Y cuando no la hago se me nota en el rendimiento!

—En el triatlón profesional hay otros aspectos muy importantes como la biomecánica o la fisioterapia, ¿conoce sus beneficios un deportista tan joven?
—Sí. De hecho tengo realizados estudios de biomecánica de bicicleta y de carrera a pie. La fisioterapia también es muy importante, tanto para la puesta a punto para la competición como durante las fases de carga.

Competición y lesiones

—¿Qué considera que debe tener un buen triatleta?
—Constancia. Si no tienes constancia en este deporte te costará llegar lejos. Muchas veces, mis amigos me dicen que deje de entrenar tanto porque siempre que me avisan para quedar estoy corriendo, nadando o con la bicicleta. No es lo mismo hacer tres deportes que solo uno.

—Y de los tres, ¿cuál es su preferido?
—El ciclismo.

—¿Ha sufrido alguna lesión durante su corta carrera?
-He estado tocado del tendón rotuliano de la pierna izquierda… Lamás grave fue hace unos años cuando tuve una caída de bicicleta y sufrí un edema óseo en la pierna izquierda.

—¿Cómo fue la recuperación?
—Me aplicaron magnetoterapia principalmente. Estuve seis meses con la recuperación pero incluso me benefició, por decirlo de algún modo. Si no hubiese tenido la lesión, el nivel de natación que tendría ahora mismo no sería el mismo. En esos seis meses metí mucha carga de natación porque la lesión no me impedía nadar.

El futuro en el triatlón

—¿Qué le pasa por la cabeza cuando le dicen que es el futuro del triatlón español?
—Tranquilidad. Todo tiene que ir con trabajo. El futuro nunca se sabe. Quizás me pueda cansar del triatlón, no tenga buenos resultados, salen triatletas más buenos que yo… Lo que pienso es que no se me suba a la cabeza, que es lo primordial y seguir trabajando para obtener mejores resultados. Mis padres y mi entrenador me han inculcado mucho todo ello.

—¿Cuáles son sus objetivos a largo plazo? ¿Algún sueño en especial?
—Como todos los deportistas, mi sueño es competir en unos Juegos Olímpicos.

—¿Hay alguna carrera o prueba que le llame especialmente la atención?
—Un Ironman, por tener una experiencia nueva.

—¿Qué consejos le daría a la gente que empieza o compita en triatlones?
—Que disfrute de este deporte, que es increíble y hay muy pocos así.

La vida más allá del triatlón

—¿Cómo compagina Igor los estudios con la práctica del triatlón?
—Se pueden hacer ambas cosas con organización. Si te organizas, todo lo llevas para adelante.

—¿Cómo ha sido empezar en la universidad?
—Me gustaría centrarme en el triatlón pero mis padres me conciencian mucho de que los estudios son muy importantes, así que terminé Bachillerato y estoy haciendo magisterio. Me va muy bien.

… mis padres me conciencian mucho

de que los estudios son muy

importantes, así que estoy

haciendo magisterio.