Carmen Avilés

A Carmen Avilés (Madrid, 2002) ya se le puede dejar de considerar una promesa del atletismo nacional. En el 2020, esta velocista se proclamó subcampeona de España absoluta en los 400 metros lisos tanto al aire libre como en pista cubierta. De este modo, refrendó los títulos y medallas obtenidos en categorías inferiores. De todos ellos, destacan el primer puesto logrado en los 400 metros lisos en el Campeonato de España sub-18 -tanto al aire libre como bajo techo-y el triunfo en los 200 metros lisos en el Campeonato de España sub-20 al aire libre.

Sus buenas actuaciones le han valido para representar a España en diversas competiciones internacionales. Así, fue cuarta en la final de los 400 metros lisos del Festival Olímpico de la Juventud Europea (FOJE). En ese mismo evento, fue parte del equipo español que venció en el relevo ‘medley’ (100/200/300/400) y que estableció una nueva plusmarca nacional (2:08.53). A ello hay que sumar el segundo puesto en el relevo mixto de 4×400 en el Campeonato de Europa de Selecciones al aire libre con récord de España incluido (3:20.47).

En esta entrevista conocemos en profundidad a Carmen, sus inicios en el atletismo, su preparación y sus sueños y metas como deportista.

Me considero una persona

trabajadora, con las ideas claras

y si algo me ha gustado

he ido a por ello.

 

—salud+deporte: Para alguien que no le conoce, ¿cómo podemos presentar a Carmen Avilés?

—Carmen Avilés: Me considero una persona trabajadora, con las ideas claras y si algo me ha gustado he ido a por ello. Todo el mundo me dice que soy la niña de la eterna sonrisa porque estoy todo el día feliz y sonriendo. Pocas veces me verá la gente enfadada.

—¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del atletismo?
—A mí me gustaba mucho hacer deporte y practicaba baloncesto como mi padre pero también hacía baile porque quería parecerme a mi hermana. Estuve practicando danza durante siete años. A los catorce decidí pegarle un cambio a mi vida. Me había cansado del baile, necesitaba algo más movido y mi madre me dio varias opciones para hacer deporte. Yo elegí el atletismo. Me apunté a la escuela y destaqué en velocidad y ya me enfoqué en eso.

—¿Se perdió entonces España una gran bailarina o ganó una excelente velocista?
—Pues no lo sé (risas). Igual con el baile hubiese llegado lejos porque a mí me gustaba. Aunque yo creo que ganó más bien una atleta porque yo no me veo en un conservatorio tantas horas. Me gustaba el baile pero no para echarle tantas horas como hago con el atletismo.

—¿Cuál es su ídolo deportivo?
—Siempre digo que de cada atleta se puede sacar una historia con la que te puedes motivar. Mi referente dentro del mundo del atletismo es Antonio Bravo, mi entrenador, que es con quien más aprendo día a día y el que más cercano está, el que más consejos me da y del que más puedo aprender.

—¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
—El tiempo libre que tengo lo aprovecho para mí, para hacer cosas que me gustan como tocar instrumentos, cantar, leer… También salir con los amigos, pasarlo bien y ver series.

—Ya ha comenzado la universidad, ¿qué estudios está realizando?
—Estoy estudiando educación primaria bilingüe en la Universidad de Córdoba.

—Muchos deportistas eligen unos estudios relacionados con el deporte y/o la actividad física, ¿por qué se decantó en su caso por la educación primaria?
—Una vez di una charla en un colegio sobre mi carrera deportiva por el Día de la Mujer y los niños me escuchaban con tanta atención que dije ‘¿cómo no voy a ser capaz de enseñarles los valores que el deporte les puede aportar en sus vidas?’. Así que me planteé meterme en esta carrera porque a mí los niños me encantan, disfruto con ellos y qué mejor forma de hacerlo que a través del deporte. No he estudiado Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) porque, a pesar de que me gusta practicar deporte en mis ratos libres, no me veo trabajando de preparadora física o similar. Prefiero estar con los más pequeños, dar clases de atletismo o dentro de una pista.

Carmen Avilés, pura velocidad

—Cuando corre los 400 metros lisos, que es su especialidad, ¿cómo plantea la carrera? ¿Tiene alguna estrategia?
—El 400 tiene muchas estrategias pero yo no tengo ninguna como tal. Yo siempre hago caso a lo que me dice mi entrenador. Depende mucho de la carrera y de la gente con la que compita.

—En las carreras de velocidad son muy importantes las salidas, ¿las suele entrenar?
—Las salidas hay que entrenarlas porque yo era un desastre saliendo. Salía más rápido de pie que de tacos (inclinada). Hemos dedicado mucho tiempo para mejorar poco a poco esa técnica. No sale solo. Hay que trabajarlo y efectivamente da muchos resultados en las carreras. Mejoras bastante la marca.

En los calentamientos suelo estar

muy concentrada, pensando

en la carrera, en lo que me ha dicho

mi entrenador, en todo el

trabajo que llevamos detrás

—¿En qué piensa cuando compite?
—Depende. Normalmente, en los calentamientos suelo estar muy concentrada, pensando en la carrera, en lo que me ha dicho mi entrenador, en todo el trabajo que llevamos detrás. Luego a la hora de competir, mente en blanco y cuando dan el disparo pues a correr la carrera y pensar en lo que está pasando.

Para correr rápido hay que correr bien

—¿Cómo es un día de entrenamiento de Carmen?
— Me levanto pronto, voy a la universidad, llego a casa a comer y después me pongo a estudiar un buen rato, hasta la seis más o menos que es cuando me voy a entrenar. Ya hasta las diez no vuelvo a casa, ceno, y si me ha quedado algo de estudio lo termino y ya me acuesto.

—El descanso es muy importante para un atleta ya que siempre está exigiendo al máximo sus músculos. ¿Suele prestar atención a ello?
—Le presto mucha atención, especialmente las semanas que hay competición. Normalmente, en el día a día, duermo lo que puedo. Yo no puedo faltar a los entrenamientos pero si tengo que acabar cosas de la universidad, entregar trabajos o preparar exámenes, prefiero quedarme un poco más tarde. Es decir, perder esas horas de sueño que perder un entrenamiento entero. Luego, antes de la competición, me duermo temprano.

—¿Cómo una deportista de velocidad mejora su resistencia?
—Es algo que ha estudiado mucho mi entrenador y yo creo que cada año vamos mejorando con respecto a los entrenamientos. En mi caso, en vez de calentar dos vueltas a la pista, pues puedo hacer entre cuatro o seis kilómetros. Es una forma de entrenar esa resistencia, ese fondo y luego compaginarlo con gimnasio y fuerza de musculación que es la que te va a ayudar a correr.

—La técnica de velocidad es también un aspecto bastante relevante para un velocista, ¿no?
—La técnica de carrera es superimportante. Le dedicamos mucho tiempo en el entrenamiento. Por ejemplo, de las tres horas, pues casi una hora puede ser de técnica. Mi entrenador siempre dice que para correr rápido hay que correr bien. Y correr bien se aprende haciendo técnica.

—¿Le cuesta mucho cuidar la alimentación?
—La nutrición la llevo bien. Desde pequeña me han enseñado a comer bien. Así, cuando me cambiaron la dieta porque empecé con el nutricionista no me costó adaptarme. Es verdad que hay ciertos alimentos que no me gustan pero para eso está el nutricionista, para adaptar esos alimentos que no me gustan del todo por otros que me puedan beneficiar también.

—¿Ha sufrido muchas lesiones a lo largo de su carrera?
—En general, no soy una atleta que se esté lesionando continuamente. Pero es cierto que este año ha habido un poco más de lío en ese aspecto porque me detectaron condromalacia rotuliana de grado 3 en la rodilla. Hemos estado trabajándolo. No se puede recuperar porque es degenerativo pero sí se puede fortalecer la zona de la rodilla. Luego, en el Campeonato de España sub-20 de 2021 me lesioné del soleo, tuve una microrrotura muscular pero nada que no se pudiese recuperar. En apenas tres semanas ya estaba entrenando de nuevo.

Mi sueño, como el de cualquier deportista, es ir a unos Juegos Olímpicos

—¿Con cuál de todos sus triunfos o medallas se queda?
—Tengo dos carreras preferidas. La primera fue la carrera de Getafe, en el Campeonato de España por autonomías que iba representando a Andalucía en el 400 e iba con la tercera mejor marca. Llegamos a meta muy juntas pero yo fui la que gané e hice una gran marca, que fue 53.86 (marca personal). Para mí supuso un cambio brutal porque bajé dos segundos mi marca. En ese campeonato me dieron un premio a la mejor atleta valorada. La otra carrera que más recuerdo y que siempre me saca una sonrisa es el Campeonato de España absoluto de 2020 celebrado en Orense, que fue mi primera medalla absoluta a nivel nacional, que fue plata. Salí por una calle no muy buena, la calle 1 en pista cubierta, pero me fui a comer la pista y conseguí esa medalla.

—¿Cuál es su sueño como deportista?
—Mi sueño, como el de cualquier deportista, es ir a unos Juegos Olímpicos.

—Con tantos triunfos, medallas, registros que has batido… ¿cómo logra mantener los pies en el suelo?
—No considero que lo que haya hecho sea estratosférico sino que ha sido fruto del trabajo y de la constancia que he tenido. Para mí, los premios vienen cuando tienen que venir y reconocen todo ese trabajo que he dicho antes. Pero no solamente el mío sino el trabajo de mi entrenador, de toda mi familia, el trabajo de clínicas que me ayudan… No me considero diferente al resto.