La pediatría es la especialidad médica que se ocupa del niño y de sus enfermedades. Los pediatras tratan patologías de diversa índole en los niños. También vigilan la correcta aplicación del calendario de vacunas, el peso y la estatura, las pautas de alimentación y cualquier alteración médica esporádica. Es frecuente que los niños y bebés pasen gripes invernales, alergias primaverales o alimenticias, y enfermedades víricas como la varicela, sarampión o paperas.

No obstante, el contenido de la pediatría y la función de los pediatras va más allá de la puramente médica. Los pediatras se ocupan no sólo de la curación de las enfermedades de los niños, sino del desarrollo de los niños sanos. El seguimiento del crecimiento de los niños, especialmente cuando son bebés, permite a los especialistas evaluar problemas existentes o anticiparse a los que puedan surgir, previniendo sus consecuencias. De ahí la importancia de que los niños acudan puntuales a su cita con las revisiones periódicas con el pediatra.

En Clínicas Beiman somos muy conscientes de la importancia de la observación atenta del desarrollo de los niños y bebés, y ponemos a disposición de los padres un gran equipo de pediatría en nuestro centro de Aljarafe.

Prestamos especial atención a la obesidad y la buena forma física del niño, elaborando planes de buena salud alimentaria y actividad física en colaboración con nuestras áreas de nutrición y medicina deportiva.

Además, nuestros especialistas en pediatría trabajan con fisioterapeutas y otros profesionales en unidades multidisciplinares para la realización de pruebas y diagnósticos vinculados con la dermatología, la urología, la endocrinología, el aparato digestivo, la oftalmología o la traumatología.

¿Cuándo debo llevar a mi hijo a una revisión con el pediatra?

Los niños y niñas pueden mostrar síntomas que requieren la visita urgente al pediatra:

  • Irritabilidad.
  • Fiebre.
  • Disposiciones raras.
  • Cólicos largos y vómitos.
  • Constipado permanente.
  • Secreciones oculares y nasales.
  • Ingestión de objetos o tóxicos.
  • Respiración extraña.
  • Irritación cutánea.
  • Somnolencia y falta de apetito.
  • Convulsiones y movimientos oculares.
  • Golpes, quemaduras y cortes.