Laura Aguilera
Laura Aguilera (Cartaojal, 2003) es lo que bien podría llamarse una promesa del atletismo. Con tan solo 18 años, esta atleta malagueña tiene un palmarés muy extenso en el que destacan por encima de todos un oro en el Campeonato de España sub-20 de pentatlón (60 metros vallas, salto de altura, lanzamiento de peso, salto de longitud y 800 metros) y una plata en el Campeonato de España sub-20 de heptatlón (100 metros vallas, salto de altura, lanzamiento de peso, 200 metros, salto de longitud, lanzamiento de jabalina y 800 metros). Además, ha sido múltiples veces campeona de Andalucía en diversas modalidades y pódium en numerosos eventos a nivel nacional.

 

Con esta triunfal trayectoria no es de extrañar que tenga como objetivo brillar en unos Juegos Olímpicos. Laura es consciente de que tiene que quemar etapas para cumplir este sueño. No obstante, confía en lograrlo con esfuerzo, sacrificio y la ayuda de su familia y su entrenador -Lysvanys Arlys Pérez-. Con esta joven atleta charlamos sobre sus inicios en las pruebas combinadas, cómo logra entrenar tantas pruebas, sus éxitos en su corta carrera y su futuro.

-salud+deporte: Para alguien que no le conoce, ¿cómo podemos definir a Laura Aguilera?

-Laura Aguilera: Me definiría como una chica responsable, ambiciosa y creo que bastante alegre y cariñosa.

-¿Qué es lo que más le gusta hacer en su día a día?

-Practicar atletismo. Es lo que me llena completamente. Pero también pasar tiempo con la familia. Intento aprovechar al máximo de ellos ya que, al compaginar estudios y entrenos, parece que no paso tiempo con ellos. También hacer vida social, salir con los amigos, descansar, leer…

-¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del deporte?

-Siempre he tenido vínculo con el deporte ya que a mi padre le ha gustado mucho así que me lo inculcó desde pequeña. Mis padres siempre me han dicho que empecé a correr antes que a andar. Mi primer contacto con el deporte fue con cinco años porque me daba pánico el agua así que mis padres decidieron apuntarme a natación. Cuando perfeccioné la técnica llegó un punto en el que me aburrí porque la natación es un deporte muy solitario. Con unos trece años decidí que iba a parar, que ya no me gustaba y me aburría. Posteriormente hice algo de jiu-jitsu -un derivado del kárate-, duatlón y triatlón. De hecho, llegué a ser subcampeona de Andalucía de duatlón cross y subcampeona de Andalucía de duatlón carretera.

-¿Y cómo surgió su vinculación con el atletismo?

-Cuando me fui de natación, algunos de mis compañeros se apuntaron a atletismo. Un padre de esos niños, como yo hacía carreras populares y casi siempre estaba en el pódium, le habló a mi padre y le contó que habían montado un club de atletismo en Antequera –Cartaojal es una pedanía de Antequera- y que a lo mejor me podía interesar. Pero yo necesitaba un periodo de desconexión del deporte. Sabía que me seguía gustando pero lo quería dejar aparcado un poco. No obstante, al año siguiente me acordé de esta conversación y le dije: ‘Papá, yo creo que voy a probar en atletismo’. Pero teníamos la duda de a qué club apuntarme. Mi padre volvió a llamar al padre que me había ofrecido esa posibilidad y estuvieron hablando. Después me dijo: ‘El entrenador de este club es cubano y ha estado en unas Juegos Olímpicos, hace salto de altura y ha creado el club’. Cuando yo escuché que había estado en unas olimpiadas, no dudé y me decanté por ese club -Club Los Dólmenes de Antequera-. Y no me arrepiento. Es la mejor decisión que he tomado en mi vida.

-¿Qué destacaría de este deporte?

Del atletismo destacaría las personas que tiene, el compañerismo que existe y los valores que te enseña.

-¿Tiene algún referente deportivo?

-Pues como referente más directo tengo mi entrenador, Lysvanys Arlys Pérez. Tengo la suerte de tenerlo todos los días cerca. En combinadas, me gusta la heptatleta belga Nafissatou Thiam y también Usain Bolt.

-Además de entrenar y competir, también estudia, ¿no?

-Estoy estudiando Magisterio de Primaria para especializarme en la rama de Educación Física. En principio no era la idea. Yo siempre pensé estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (INEF) en Granada pero, estos últimos años, me he replanteado un poco las cosas porque sabía que si me iba, aunque siguiera con Lysvanys, no iba a ser igual. Las pruebas combinadas son muy técnicas y tienen que estar constantemente corrigiéndote, mirándote, sabiendo el por qué de las modificaciones, estás en constante aprendizaje. Yo no me quería despegar de mi entrenador. Lo valoro muchísimo y no quería perder ese contacto.

La otra opción que se me proponía era quedarme en Antequera. Suponía no cambiar mi rutina ya que es donde he estado estudiando estos últimos años. Así que decidí quedarme en Antequera y así puedo seguir con mi entrenador, en el sitio en el que entrenaba, en mi casa, con mis padres que se implican conmigo un montón y me apoyan muchísimo… Todo ello me permite poder compaginar estudios y entreno.

-Ha mencionado a sus padres. Supongo que sin la ayuda y el apoyo de ellos todo hubiera sido más complicado…

-Sin el apoyo de la familia en el deporte es muy difícil y yo tengo la suerte de contar con ello. Mi familia y mi entrenador son lo más importante y la clave para poder seguir escalando peldaños de mi sueño. Si no tienes ese tipo de apoyo, es prácticamente imposible.

«Para el

pentatlón

tienes que tener

la mente

muy fuerte»

Pentatlón

-¿Cómo comenzó a practicar pruebas combinadas como el pentatlón y el heptatlón?

Yo no sabía nada de atletismo. Había visto los Juegos Olímpicos y pensaba que en atletismo solo se corría pero no es así. Cuando fui el primer día, mi entrenador, que actualmente es el mismo, me enseñó todo: una bola de peso, una valla, una pértiga, un disco, el listón de altura… En ese momento me gustó todo. Además, mi entrenador tiene como lema que hay que conocerlo todo porque yo puedo pensar que soy buena corriendo pero, si no pruebo mi habilidad saltando, no sé si soy buena o no. Y por eso empecé con las pruebas combinadas. Actualmente sigo porque me enamoraron, me encantaron.

-Ha practicado muchas disciplinas pero donde más ha brillado es en las pruebas combinadas. ¿Se puede afirmar ya que se va a decantar por el pentatlón?

-Aún estamos de prueba por decirlo de algún modo. Estamos en años en los que, según los resultados, me van a decir si sí o si no. Pero la verdad es que es la prueba que más me gusta. Y el hecho de que mi entrenador me haya entrenado, al igual que el resto de mis compañeros, con un entrenamiento multilateral, que he probado todo, pues también me abre muchas puertas. Hay algunas en las que probablemente no vaya a centrarme, como son los lanzamientos, pero tampoco puedo descartar la opción de que sea corredora y especializarme en 800 o 400 metros.

-De todas las disciplinas, ¿cuál es su favorita?

-Me gustan mucho las vallas, el salto de longitud y el 200. Son, además, en las que más destaco.

-¿Cuál diría que es la clave para conseguir buenos resultados en un deporte tan exigente y variado como es el pentatlón?

-Para las pruebas combinadas tienes que tener la mente muy fuerte, además del entrenamiento que debes de realizar. Hay que tener una mente muy fuerte y versátil porque tienes que tener la capacidad de saber realizar muchas pruebas y de cambiar el chip muy rápido. Estás en las vallas, que es la primera prueba, pero en el momento que cruces la línea ya la tienes que olvidar, te haya salido bien o mal. Tienes que pasar a la siguiente prueba. Ya no solamente si te ha salido bien o mal, sino el chip de saber cambiar la técnica ya que tienen muchos movimientos muy claves.

Entrenamiento y preparación

-¿Cómo es una semana de entrenamientos de Laura Aguilera?

-Este año estoy en Antequera y me dan facilidades al ser atleta de alto nivel ya que, en pista cubierta, la marca que logré para ser campeona de España (3.831 puntos) me supuso ser la novena en el ránking mundial de mi categoría (sub-20). Esta marca me acredita como atleta de alto nivel por el Consejo Superior de Deportes así que me dan facilidades y puedo salir y entrenar. Al no dedicarme solamente a una disciplina requiere mucho tiempo porque son técnicas de hasta siete pruebas. Entreno por la mañana y por la tarde varias horas y entre medias voy a clase. Entreno de lunes a sábado. Es la primera vez que entreno mañana y tarde y eso, unido a la universidad, se me plantea como un reto. Estoy contenta con el cambio porque sé que lo necesito si quiero dedicarme profesionalmente a esto.

-Los entrenamientos deben de ser muy completos dada la variedad de disciplinas, ¿no?

-Son entrenamientos que tienen un poco de todo: unos días pesas, otros días velocidad, también resistencia… No te puedes concentrar en la velocidad solamente porque no vas a tener la capacidad de lanzar. Ni tampoco te puedes centrar exclusivamente en ponerte muy fuerte porque luego tienes que moverte rápido.

-Pero resulta complicado encontrar el equilibrio…

-Efectivamente. Son entrenamientos que necesitan mucho tiempo de sentarse a prepararlos. Y la verdad que mi entrenador hace un gran trabajo con eso.

-Hay muchos deportistas que no disfrutan con los entrenamientos. ¿Es ese su caso o todo lo contrario?

-A mí me encanta entrenar. Puede no gustarte entrenar y aún así conseguir resultados pero, si no haces algo que te apasiona realmente, no puedes luego lograr resultados. Una cosa no quita la otra. Que me guste no quiere decir que no sufra, que haya días que no tenga tantas ganas…

-¿Cómo lleva la alimentación? ¿La cuida?

-La alimentación no la llevo mal. Desde hace varios años me la tomo muy en serio. Tengo como objetivo coger peso en pretemporada para cuando tenga temporada bajar un poco. A la hora de comer, como lo que me pongan por delante pero es verdad que no comía mucha cantidad. Ahora lo estoy mejorando porque sé que si no tienes gasolina, por muchas cualidades que tengas, no puedes esperar que el cuerpo rinda.

Carrera

-De todos sus éxitos, que son muchos, ¿cuál es el que recuerda con más cariño?

-La primera medalla fue muy especial porque fue en mi primer campeonato de España en pruebas combinadas (Tercera Campeonato de España sub-16 de pentatlón en 2018). Me gustó mucho pero es verdad que lo pasé mal porque en la prueba de salto de longitud hice un intento válido pero me borraron el salto, como le pasó más recientemente a María Vicente. Yo sentí una gran impotencia. Lloré y me sentía mal porque no es un error que yo cometí. Te vas de la competición. ¡Imagínate! Me dieron un salto más pero ya nada fue igual. Pese a todo, luego en la siguiente prueba que me quedaba (600 m) fui capaz de limpiar la mente, lo di todo y fui tercera. Por eso es muy especial la medalla. Aparte de ser la primera es que me sobrepuse a lo que me pasó.

-Su mayor triunfo, por el momento, es la victoria en el Campeonato de España sub-20 de pentatlón. ¿Cómo fue la competición? ¿Se veía preparada para lograr tal éxito?

-La verdad que le teníamos (mi entrenador y yo) muchas ganas al oro ya que en 2020, en el Campeonato de España de heptatlón sub-18, me había quedado a cinco puntos del oro. Es verdad que yo partía con la mejor marca de inscripción pero eso nunca quiere decir nada y menos en las pruebas combinadas. Te tienen que salir las cosas muy bien en varias pruebas cuando hay encima mucha gente del mismo nivel. Además, teníamos un arma de doble filo: el campeonato era en Antequera, en la pista en la que yo entreno todos los días. Se me presentaba un poco difícil porque esa semana también tenía exámenes finales de Bachillerato, era mi cumpleaños… Eran muchas cosas y no sabía si iba a poder gestionar la situación. Quieras que no, la gente en Antequera te conoce y espera mucho de ti.

Pero ahora que lo pienso creo que lo supe gestionar bastante bien. La verdad que mi entrenador siempre me transmite mucha tranquilidad cuando la necesito. Me sentía con mucha confianza, a gusto, sabía que estaba bien física y mentalmente. Empecé bien y terminé mejor. Fui haciendo marca personal en todas las pruebas, menos en la última. No hice marca personal porque no me hizo falta darlo todo. Lo disfruté mucho y acabé muy contenta de que todo el trabajo del invierno se viera reflejado.

-Tras este oro llegó la plata en el Campeonato de España sub-20 de heptatlón. ¿Qué recuerdo le trae esa medalla?

-También fue muy especial. Tras el Campeonato de España de pentatlón tuve una semana de vacaciones y, al incorporarme, cuando llevaba dos días entrenando, me hice un esguince de tobillo de segundo grado. Fue entonces cuando conocí a Clínicas Beiman. Al final, todo pasa por algo. Desde primer momento, por protocolo al ir a urgencias, me lo escayolaron. Aún así yo no dejé de entrenar. No podía correr pero sí lanzar. Además de que tenía un objetivo ya que eso fue a mediados de marzo y el Campeonato de España era en julio. Tenía aún tiempo para recuperarme. Trabajé mucho tiempo en la piscina pero lo pasé realmente mal. Cuando me recuperé del tobillo, hice un control extraordinario para lograr la mínima del Campeonato de España. Al competir en la primera prueba de vallas me resentí de una rotura en el recto del cuádriceps que había tenido unas semanas antes. Tenía dos opciones: intentar terminar las combinadas como fuera o abandonar. Quería terminarlas y las terminé y me dio para entrar en el Campeonato de España. Ya después de eso me recuperé con fisioterapia y llegué al Campeonato de España y fui segunda. Para mí, no es una plata es todo lo que hay detrás y no se ve.

-Ha estado compitiendo durante prácticamente toda su carrera con gente mayor. ¿Cómo lo ha vivido?

-La verdad que me aporta mucho el competir con gente que tiene más experiencia que yo porque aprendes constantemente ya que llevan más entrenos, más competiciones y quieras que no, conocen mejor a lo que se enfrentan. Pero no me hago pequeña, intento ponerme a su nivel. Yo salgo pensando que voy a correr como ellos o más.

Futuro y reconocimientos

En alguna que otra ocasión ha mencionado que sueña con las olimpiadas. ¿Es ese su objetivo?

Sí, sigue siendo mi objetivo. Mi entrenador me recuerda que siempre hay que pensar a lo grande, tener referencias a nivel mundial para poder por el camino crecer. Porque, por ejemplo, si mi objetivo cuando empecé en el atletismo hubiera sido ser campeona de España, cuando lo consigues ya, ¿qué haces? Por eso mi sueño sigue siendo el mismo. Y ya no ir a unas olimpiadas sino ser campeona olímpica. Ya luego se verá. Por el camino tendré objetivos más cercanos como ir a campeonatos europeos, mundiales… Son pasos que tienes que dar sí o sí para poder conseguir el objetivo final. Creo que es importante tener un objetivo a ese nivel porque siempre lo tienes visible, lejos pero está ahí para que no te desmotives.

-Ha sido premiada, en diversas ocasiones, por la ciudad de Antequera por sus logros deportivos. ¿Qué siente al recibir esos galardones?

-Un orgullo para mí. Es el reconocimiento a tanto trabajo. Me dicen que soy un referente para los jóvenes, aunque yo no me lo creo mucho. Pero estoy muy contenta si ayudo a alguien, a través de mi ejemplo, de que es posible conseguir lo que uno se propone.