Marta Porras

Marta Porras (Andújar, 1993) es otro ejemplo de que la ilusión y el esfuerzo son los motores más importantes de cualquier deportista. La jugadora de pádel jienense ha estado compaginando durante años su carrera profesional con el trabajo y los estudios. Una tarea nada sencilla. Más aún si tenemos en cuenta que en esta época ha seguido logrando éxitos, especialmente en los campeonatos universitarios de Andalucía y de España en los que representaba a la Universidad de Jaén.

Estos triunfos redondean un palmarés ya de por sí bastante importante. Marta logró ser en 2011 doble campeona del Mundo júnior -por parejas y con la selección española-. Además, ha sido campeona de España júnior, campeona de Andalucía sub-23 y subcampeona de España con la selección andaluza. En 2018, la iliturgitana hizo su debut en el World Padel Tour -circuito profesional de pádel-, donde ocupa el puesto 113 en el ranking mundial. Con ella charlamos sobre su carrera, su preparación y sobre cómo mantiene intacta su ilusión por seguir compitiendo.

-salud+deporte: ¿Cómo es Marta Porras en su día a día?

-Marta Porras: Me considero una persona alegre. Intento ser constante, trabajadora, empática, me gusta mucho el trabajo en equipo, el compañerismo…

-Su relación con el pádel comenzó después de haber estado varios años jugando al tenis. ¿A qué se debió ese cambio?

-Estuve jugando al tenis desde los tres años hasta los trece pero es cierto que ya a cierta edad pues necesitas dar un salto: o te dedicas 100% al tenis, dejando los estudios casi a un lado, o te centras en los estudios. Llegó un punto en el que tenis ya no me divertía. Un día de casualidad fui a jugar al pádel con mi padre, en un uno contra uno, y me gustó. Fui apuntándome a torneos, empecé a ganar, y al final me volví a meter en el mundo de la competición y recuperé la ilusión por competir.

-En sus inicios en el pádel no pensó dedicarse profesionalmente a ello, ¿no?

-Más que empezar pensando en el lado profesional, lo que me gustó fue el ambiente que vi, cómo me acogió la gente, había niños de mi edad… Se juntaron muchos factores y poco a poco me volvió a picar el ‘gusanillo’ de la competición. Pero al principio jugaba especialmente por hacer deporte, no por competir.

-Aunque son deportes de raqueta, el tenis y el pádel tienen muchas diferencias. ¿Le resultó en su caso complicado adaptarse a esta nueva disciplina?

-Pienso que a todo aquel que venga del tenis le pasa lo mismo. Lo que más nos cuesta es adaptar el juego a un campo más pequeño, que hay paredes…  Pero en general, como la técnica es parecida, digamos que tienes una base y así no partes desde cero.

-Lleva unos quince años jugando al pádel por lo que ha experimentado, en primera persona, ese ‘boom’ que ha tenido este deporte. ¿Ha notado algún cambio a nivel profesional?

-Sí. Yo lo que veo ahora es que desde muy jóvenes empiezan a trabajar como profesionales. Los niños antes, el tema físico, contar con un entrenador, un psicólogo… no lo trabajábamos apenas. Pero ahora los niños desde que son pequeños llevan su coach a los torneos, trabajan físico… Quieras o no, hay un cambio brutal.

-Ha estudiado Grado en Psicología en la Universidad de Jaén, ¿ha sido duro compatibilizar entrenamientos, torneos y estudios?

-Me encantaría decirte que me ha resultado fácil pero ni mucho menos. La verdad que era complicado porque además yo tenía que trabajar para poder pagarme la carrera. Así que estaba entre competición, entrenamiento, trabajo y estudios. He tardado un poco más pero no me he rendido y al final me la he sacado. Eso sí, sufriendo mucho.

-¿Cuál es su referente deportivo?

Rafael Nadal aunque no por sus títulos sino por su humildad. Considero que para su nivel y su categoría es de los más humildes que hay en el deporte. Y también por su coraje y su cabeza fría en momentos de máxima exigencia.

Mi referente deportivo

es Rafael Nadal por su humildad,

su coraje y su cabeza fría en

momentos de máxima exigencia

Características como jugadora

-¿Cómo le podemos definir como jugadora?

-Soy una jugadora muy ofensiva. Estoy intentando trabajar un poco la defensa pero siempre mi juego ha sido más ofensivo.

-¿Cuál es su golpe preferido?

-Quizás la bandeja.

-El pádel, al ser un deporte en el que se compite en pareja, juega un papel fundamental la conexión que se tiene con la compañera. En su caso, ¿cómo intenta trabajar esta química con la otra jugadora?

-Creo que con una cosa que escasea, que es la paciencia. Es verdad que, a nivel del World Padel Tour, que es lo que yo vivo más habitualmente, si los resultados no llegan pues las parejas se rompen. Pero yo creo que las claves del éxito son paciencia, creer en el trabajo y confiar en el equipo.

-Por tanto, en ocasiones se da un margen muy escaso a que esa pareja se consolide, ¿no?

-Sí… Lo normal es que cierres para una temporada entera pero si en el segundo o tercer torneo ya no hay resultados, la pareja se rompe.

-A raíz de sus palabras, entiendo que aunque no lleguen los resultados, prefiere continuar compitiendo con la misma pareja…

-Yo siempre tengo mi idea de que, cuando hablo con alguien, sea un proyecto para largo plazo porque yo creo mucho en el compañerismo, en el trabajo en equipo y pienso que eso necesita tiempo. Es complicado normalmente que las parejas sean del mismo sitio así que, si no entrenamos juntas, necesitamos algunos torneos de adaptación hasta que vienen los resultados. Por eso soy más paciente.

-¿Se puede disfrutar mientras se compite al nivel que se hace normalmente en los torneos a los que asiste?

-Se debe disfrutar. Pienso que, aunque sea al máximo nivel y sea muy duro, el tema psicológico en deporte de raqueta es un porcentaje muy alto, quizás el 70%. Si no vas con ganas, con ilusión, para disfrutar… pues no tiene mucho sentido porque al final te presionas, no consigues resultados y acabas quemándote.

Entrenamiento y preparación

-¿Cómo es el entrenamiento que realiza?

-Para empezar, tengo que decir que yo, sin mi equipo que me ayuda, no sería nada. Respecto a mi entrenamiento, la técnica la trabajo dos o tres días en semana y depende de mí totalmente. Mientras, el plano físico le dedico dos días a la semana con un entrenador y ahí sí que trabajamos coordinación, fuerza, pliometría…

-Ha mencionado el entrenamiento de fuerza que, en ocasiones, pasa desapercibido…

-Es verdad que no había realizado entrenamiento de fuerza hasta hace poco y creo que es necesario. Considero que nos ayuda bastante en este deporte.

-La nutrición, el descanso, la recuperación… En el deporte profesional todos los detalles cuentan. En su caso, ¿también presta atención a todos estos aspectos?

-Sí, aunque en mi caso estoy en serio con ello desde el 2019, un año después de mi debut en el World Padel Tour. Desde entonces sí cuido mucho la alimentación con mi nutricionista, también la fisioterapia… Por tiempo yo no puedo acudir tanto pero sí es fundamental para tener un descanso óptimo porque si te estás cargando toda la semana y luego no vas al fisioterapeuta para que te trate, pues se te va acumulando el desgaste.

-¿Ha notado mucha mejoría desde que cuida más estos detalles?

-Sí que la he notado. He bajado bastante peso que era algo que me iba lastrando un poco en la competición. Cuando juegas un partido intenso, el siguiente encuentro se nota mucho si estás físicamente bien. Además, tu juego cambia porque no buscas acabar el punto rápido por lo que mentalmente también ayuda.

-En el pádel hay que tener unos nervios de acero para jugar determinados puntos, especialmente cuando son bolas de partido o de set. ¿Se pueden entrenar esos nervios o son muy difíciles de controlar?

-Eso va en la persona pero también los nervios se consiguen controlar compitiendo. Te pongo mi ejemplo que es el que conozco. El primer año iba nerviosa a todos los partidos porque no conoces a las jugadoras ni el circuito, tienes como incertidumbre. Pero luego, una vez que sabes cómo funciona y sabes contra quién juegas, cómo juega… pues al final entras con otra mentalidad. Sí que se puede controlar pero no es tanto trabajo de pista sino experiencia.

-Cada vez son más los deportistas que hablan de la importancia de la psicología deportiva. En su caso, al ser graduada en psicología, ¿ha podido extrapolar algo de lo aprendido durante la carrera a su práctica deportiva?

-Es complicado ya que no eres objetivo al 100%. En mis compañeros sí que veo cómo se pueden solucionar ciertos detalles pero en mí me cuesta mucho trabajo. Independientemente de que yo conozca mis fallos, el saber cómo solucionarlos es un tema complejo. Ahí sí que te lo tiene que decir alguien objetivo.

-Aún así, ¿está a favor de la figura del psicólogo deportivo en la alta competición?

-Sí, por supuesto. Es muy importante. Gestionar los momentos de cerrar un partido, que no es fácil, de una remontada, de que no te encuentras bien con tu juego y salir un poco del pozo… Ese punto de vista te lo tiene que dar un experto. Y cada vez a la gente le da menos reparo admitir que tiene un psicólogo deportivo.

-¿Ha sufrido alguna lesión importante a lo largo de su carrera?

-En 2020, justo cuando volvimos del confinamiento. Era algo previsible ya que entrenar en casa no es lo mismo a cómo se hace habitualmente. Cuando sales del confinamiento, aunque entrenes poco a poco, al final te exiges y la gente se rompe. En mi caso, haciendo físico me caí y tuve una lesión en el menisco. No era grave pero hasta que no me hicieron una resonancia estuve varios meses parada. Finalmente, con varias sesiones de fisioterapia me logré recuperar.

Carrera y futuro

-¿Cuál es el triunfo que recuerda con mayor alegría?

-Pues el campeonato del mundo. Ya no porque fuera el campeonato del mundo sino por la ilusión que le pusimos la compañera con la que jugué, que se portó conmigo genial, y yo. Ella era veterana en ganar títulos pero para mí era algo nuevo y confió mucho en mí. Estuvimos una semana entera con la selección española en Melilla. Fue una semana muy buena y lo recuerdo con mucho cariño.

-¿Algún sueño u objetivo que le gustaría lograr como jugadora de pádel?

-Para alguien de mi nivel sería increíble estar en unos cuartos o semifinales de un torneo del World Padel Tour.

-Desde muy pequeña ha logrado títulos muy importantes. ¿Ha tenido en algún momento presión por ello?

-No es algo que yo le haya dado la máxima importancia. A mí siempre me han mantenido los pies en la tierra, tanto mi entrenador como mis padres y toda mi familia. Me ha ayudado mucho a la hora de conseguir patrocinadores pero no era algo que me condicionó para exigirme. Yo siempre he sido muy consciente del nivel que tiene la gente, que es muy alto y que no es fácil. Nunca me marqué objetivos tan grandes. Primero, por la carrera, porque sabía que me tenía que centrar en los estudios y segundo, porque todo el mundo juega muy bien. Ese ha sido un poco mi meta, seguir trabajando y a ver dónde se puede llegar.

-Eres una de las máximas exponentes en Jaén del pádel. Lo hemos podido ver en el torneo FIP Gold Ciudad de Jaén, donde incluso estuvo como invitada en la presentación del evento. ¿Cómo se vive siendo una figura tan importante en su tierra?

-Es un orgullo poder representar a Jaén de esa manera. Estoy muy orgullosa y muy contenta. Que cuenten conmigo para estos eventos me hace sentir muy agradecida porque hay mucha gente que juega muy bien.

-¿Cómo logra mantener la ilusión para seguir compitiendo después de tantos años?

-El ambiente que hay, las amistades que he ido creando con la gente del circuito… me animan a seguir compitiendo. Pero sobre todo el mejorar. Ver que estamos trabajando de otra manera y que se están viendo resultados. No tanto en ganar partidos sino en llegar a bolas que antes no llegaba o aguantar la exigencia de varios partidos seguidos. Eso te hace ilusión. Y una vez que cumples objetivos personales, como por ejemplo sacarme la carrera, pues te planteas seguir con el pádel porque echándole tiempo a lo mejor se pueden conseguir éxitos.

-Para concluir, si tuviera que dar algún consejo a alguien que se quiera dedicar profesionalmente al pádel, ¿cuál sería?

-Primero, si le gusta, que no tenga presión en querer mejorar en poco tiempo porque el pádel es un deporte que va a fuego lento y que se lo tome con calma. Si le va gustando, pues que apueste un poco más aunque eso implica algo más de sacrificio. Pero al principio yo me lo tomaría como algo para disfrutar con amigos o como un plan alternativo para hacer deporte, que al final siempre viene bien.