María Pérez (marchadora)

María Pérez (Orce, 1996) es una de las grandes bazas del atletismo español para los Juegos Olímpicos de Tokio. A sus 25 años, esta marchadora granadina afronta su primera cita olímpica con el objetivo claro de conseguir una medalla en los 20 kilómetros marcha.

En su corta trayectoria, esta joven atleta ya puede presumir de haber sido campeona de Europa en Berlín 2018. Además, es la plusmarquista nacional de 20 km y 35 km marcha. Quienes la conocen la definen como una “guerrera” con un “don para la marcha”. No obstante, a ello hay que sumar horas y horas de entrenamiento y una preparación minuciosa en la que se presta atención a todos los detalles y donde cuenta con la ayuda de Clínicas Beiman.

Pero la figura de María trasciende mucho más allá del atletismo. Le gusta ayudar a los más necesitados e intenta ser un ejemplo para los niños. Este lado más personal y desconocido, sus entrenamientos y cómo afronta la cita de Tokio son algunos de los temas sobre los que hemos charlado con ella.

María Pérez atleta marchadora

[Clínicas Beiman] ¿Cómo se puede presentar a María Pérez a alguien que no la conoce?

[María Pérez] Una persona simple, normal, trabajadora y cariñosa.

-¿Qué es lo que más le gusta del atletismo?

-Es un deporte muy respetuoso. No se dicen palabras malsonantes como en otros deportes. También me gustaría destacar los valores de esfuerzo, constancia, sacrificio…

-¿Quién es su referente deportivo?

A nivel deportivo hay muchos. Si me tengo que quedar con alguien de España, María Vasco o Beatriz Pascual serían por las que más me decanto. Y a nivel internacional me gusta mucho Antonella Palmisano que todavía compite conmigo.

Siempre que eres deportista,

el objetivo es ir a los Juegos.

Es un sueño que te hace

levantarte cada día y trabajar

duro para llegar a él.

-¿Dónde encuentra esa motivación para tantos sacrificios que tiene que hacer un deportista de élite?

-Con los objetivos claros. Siempre que eres un deportista, el objetivo es ir a unos Juegos Olímpicos. Pienso que ese es el sueño que te hace levantarte cada día y trabajar duro para llegar a él.

-Además, también está estudiando, ¿no? ¿Se encuentra tiempo para todo?

Estoy estudiando en la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) y gracias al sistema de estudios que tiene puedo compartir estudiar y entrenar a la vez.

-Aun así, la organización debe ser algo clave en su día a día…

-Más bien cuadriculación (risas). Te pones un horario y se intenta cumplir. Hay días en los que estás más cansada, semanas que lo dejas un poco más de lado porque tienes entrenamientos más fuertes, pero hay que hacerlo.

-¿Cómo está afrontando esta época tan singular que nos ha tocado vivir?

-Durante los primeros meses de la pandemia sí hubo incertidumbre de cara a los Juegos. Pero como siempre he dicho, creo que ha permitido que nos demos cuenta de que el ser humano es algo muy frágil, que cualquier cosa nos puede hacer mucho daño como un virus, que está afectando a todos los niveles. Creo que si se puede sacar algo positivo de todo esto es darnos cuenta de que no debemos ser egoístas y ayudar a los demás, a los más necesitados, porque el día que nosotros lo necesitemos pues también nos va a gustar que nos ayuden. Y, por supuesto, también la pandemia me ha permitido enfocarme en otras cosas que me gustaban, a no estar tan estresada con los Juegos Olímpicos y seguir entrenando más relajada.

-Para que un deportista alcance el máximo nivel siempre se suele decir que debe tenerlo todo bajo control. Pero con la incertidumbre que hay con la pandemia debe ser difícil, ¿no?

-Esa incertidumbre ya ha desaparecido para mí. Ya no soy tan cuadriculada. Con la pandemia hemos valorado más que hay que vivir el día a día. Lo que me preocupa ahora es descansar de un entrenamiento, estudiar y el día siguiente ya se verá. He aprendido a valorar mejor el tiempo que tenemos y las cosas que puedo hacer en ese tiempo. A todo el mundo nos ha pasado. Valoramos más lo que tenemos y lo que no y nos hemos percatado del estrés al que estaba sometido nuestro cuerpo.

-Después del confinamiento estuvo ayudando a los más necesitados. ¿Qué le ha enseñado esa experiencia?

-A mí me gusta ayudar a los demás. Siempre es bueno ayudar al prójimo por si algún día te hace falta a ti. Viene bien ocupar la mente en otras cosas que no sean los medios y más en esos momentos. Por supuesto, durante ese periodo he seguido estudiando y entrenando. Entrenar nunca he parado, ni durante el confinamiento ni después. De hecho, ha sido el verano más corto que he tenido de descanso con solamente quince días de parón.

-Siempre le da mucha importancia a que hay que ser un ejemplo para los niños…

-Cada persona en su ámbito deportivo es un ejemplo. Somos un ejemplo para aquellos que hacen atletismo y para los que practican marcha que nos están viendo en las televisiones o en las competiciones. Al final, nosotros aprendemos de lo que vemos, de aquellas personas que tenemos como ídolos. En realidad se trata de ser tú mismo. A mí me gusta ayudar a los demás, lo dejo ver y no me importa. Creo que es bueno para que la sociedad vea que somos personas normales y corrientes que tenemos nuestro corazón y nuestro lado más humano como todo el mundo.

María Pérez: Entrenamiento y preparación

-¿Eres de las deportistas que disfruta entrenando o en cambio lo ves más como una parte de tu trabajo?

-Depende de qué tipo de entrenamiento. Hay entrenamientos de velocidad que sí me gustan más y luego hay otros, de rodaje, que no me gustan tanto pero que forman parte del trabajo para llegar al éxito y a lo que te has propuesto.

-¿Qué debe tener en cuenta un deportista para llegar al máximo nivel? ¿Solo debe entrenar o también hay que prestar atención a otros aspectos como la nutrición o la fisioterapia?

Para ser la mejor tienes que cuidar todos los detalles. He tenido la suerte de trabajar desde el principio con Juan de Dios Beas, director médico de Clínicas Beiman, en apoyo de tratamientos de traumatología. Es un buen traumatólogo y un buen médico. Ha sido una de las piezas clave de todos mis éxitos. También junto a la fisioterapia que realizo diariamente, los estiramientos… Son cosas que parecen tonterías para los deportistas pero, al cabo de un tiempo, todo va sumando y se va ganando en calidad de vida.

-De hecho, durante su carrera apenas ha tenido lesiones…

-Bueno, lo poco que me he lesionado ha sido antes de grandes competiciones internacionales como el Campeonato de Europa. Antes de ese evento, Ángel García (fisioterapeuta) y Juan de Dios Beas trabajaron mucho en recuperarme lo antes posible. Parte del éxito que yo pude conseguir es gracias a ellos ya que estuvieron día y noche trabajando para que yo llegara en las mejores condiciones.

Mi secreto antes de ser

campeona de Europa es que

dormía doce horas

al día . Comía,

dormía y entrenaba.

-¿Y cuál es su secreto para no lesionarse o sufrir pocos problemas físicos?

-Siempre lo he dicho. Mi secreto antes de ser campeona de Europa es que me pegaba doce horas al día durmiendo. Comía, dormía y entrenaba. Me basaba en eso. Creo que eso es muy bueno. Yo a día de hoy no tomo nada de suplementación deportiva, no me ha hecho falta. Algún día lo necesitaré pero hoy mis dos pilares fundamentales son la dieta mediterránea y el descanso.

-Para un marchador, que tiene una técnica tan pulida, cualquier mínima molestia le afectará bastante, ¿no?

-Claro. Pero también se trabaja mucho. Por suerte, y toco madera, no soy una persona que tenga muchas molestias ni cambios de técnica. También porque trabajo mucho y cuido todos los detalles, desde podología, nutrición y así hasta el final de todos los médicos que existan. Todo suma para que las molestias vayan disminuyendo porque, además de hacer técnica, es un deporte donde hacemos muchos kilómetros por lo que hay que ir atendiendo al cuerpo y a las necesidades que nos encontramos en cada periodo de entrenamiento.

-¿Cuál cree que es la parte más desconocida de su entrenamiento y que puede sorprender a una persona que no esté habituada al deporte de élite?

-Yo creo que se podían sorprender en todo porque no están acostumbrados a lo que es el verdadero deportista. Estamos habituados al futbolista o a la persona que juega al baloncesto o en deportes de equipo. Los deportes individuales son mucho más diferentes, más trabajosos. Todo lo que se hace está a la sombra y solo importan los resultados de las grandes competiciones. Un día de tener un control antidopaje por la mañana temprano, desayunar, entrenar, volver a casa, estudiar si tienes tiempo, hacerte tu comida, descansar un poco si puedes, volver a entrenar y llegar a las ocho de la noche a casa, pues puede ser más duro a veces que una jornada laboral. Al final nosotros no paramos en el día.

María Pérez: Tokio 2020

-Ha vencido en el campeonato de España de 35 km marcha con récord incluido y antes también había triunfado en el campeonato de Andalucía de 10 km. El 2021 no ha podido empezar mejor, ¿no?

-No ha empezado nada mal. El 35 km no tenía pensado acabarlo. Se planteó la noche de antes. Teníamos pensado hacer entre 28-30 km como años anteriores para un entrenamiento de calidad y al final terminé y bastante bien. De hecho es que no sabía el récord de España. Nunca suelo mirar esas cosas. A nivel personal contenta, porque no terminé con molestias y he recuperado rápido. Y por otro lado satisfecha ya que conseguí plaza para el Mundial de Eugene 2022 (Estados Unidos) en la modalidad de 35 km marcha. El objetivo está claro. Todo lo que estoy haciendo ahora suma para el camino para Tokio 2020.

María Pérez marchadora

-Como bien dice, los Juegos Olímpicos de Tokio son el gran objetivo de la temporada. ¿Qué le viene a la mente cuando se le habla de esta cita?

-El sueño de cualquier deportista aunque más tarde de lo que pensábamos o en otras condiciones. No serán los típicos Juegos que se veían antes pero creo que voy a vivir los Juegos de la reconciliación, de la unión de los países después de tanto tiempo y de lo que estamos viviendo. Creo que por ese lado tienen su parte muy emotiva aunque sean muy diferentes a cualquier otro. En lo deportivo con ganas de que lleguen y de vivir esa experiencia sea como sea.

-¿Con qué estaría satisfecha al acabar la carrera?

-El objetivo fundamental es acabar vacía, acabar sin energía porque significará que lo he dado todo. Si es con una medalla mejor, si es con otro puesto también estaré satisfecha. Lo importante es vaciarse, dar lo que se tenga y llegar lo mejor posible ya que para eso es para lo que se ha trabajado durante cinco años.

-Los Juegos Olímpicos son un evento extraordinario y casi únicos en la vida de un deportista. ¿Cómo lleva la presión de hacerlo bien en una prueba tan especial?

-A mí me gusta la presión. No es algo que me dé miedo. Yo personalmente me he metido presión y las veces que lo he hecho me ha salido bien. Hay gente que sabe gestionarla bien. Creo que también es bueno que se hable tanto de Tokio porque mientras se hable de ello se olvida un poco el daño que está haciendo la pandemia.

-¿Cómo está siendo su preparación? ¿Tiene previsto algún entrenamiento especial para adaptarse a las condiciones de la zona?

-No sabemos cómo se va a hacer ni cuándo ni dónde pero sí tenemos previstas muchas cosas. -Estamos ejercitándonos a diferentes alturas y realizando muchos entrenamientos distintos a los que solíamos hacer. Jacinto, mi entrenador, es muy innovador y nunca repetimos ninguna semana. Así, cambia un poco la dinámica para el cuerpo y para la cabeza, que también es muy importante.

-En el Mundial de Doha se vivieron unas condiciones climatológicas muy complicadas. En Tokio, para evitar las altas temperaturas, se ha trasladado el circuito al norte, a Saporo. Aun así, ¿cree que pueden repetirse estas difíciles circunstancias que tuvieron los marchadores en Doha?

-La principal diferencia respecto a Doha es que allí era de noche. En Saporo sí va a haber sol por lo que es un aliciente más para acelerar la deshidratación y la fatiga. Va a ser duro porque hay un sol que nos desgasta aunque tengamos gorra y demás. Creo que va a ser una carrera similar a la de Doha, un poco más dura incluso por el sol pero yo creo que hay que adaptarnos lo mejor posible.

Futuro

-Visto el registro que ha logrado en los 35 km marcha, ¿se ve en un futuro probando fortuna en esta distancia? ¿O cree que seguirá ligada a la disciplina en la que siempre ha brillado (los 20 km)?

-Ojalá en Tokio pueda asegurar mi plaza para el Mundial de Eugene y tocar lo menos posible la distancia de 35 km. Es muy atractiva para cuando no esté el 50 porque es muy competitiva para personas de ambas disciplinas. Pero me gusta el 20 y entreno para el 20. En un futuro, cuando con la edad se vaya perdiendo velocidad, el 35 puede venir bien, eso sí.

-Tiene en su deporte a un mito del atletismo como Chuso García Bragado que, a sus 51 años, va a disputar sus octavos Juegos Olímpicos. ¿Se ve compitiendo hasta esa edad?

– No. Chuso es un hombre de hierro. Se dice pronto pero lleva más de 30 años en la élite profesional y se lo merece porque es muy currante. Es un ejemplo para todos con su forma de trabajar y de luchar. Me quito el sombrero. Pero no me veo así porque también quiero un futuro diferente, no sé si ligado a la marcha como entrenadora o similar, pero sí me gustaría tener mi familia. Creo que esa es la diferencia entre los hombres y las mujeres. Llega un momento en que los hombres pueden ser padres pero pueden seguir su carrera deportiva. Al final cuando una mujer quiere ser madre es más diferente porque el niño necesita más tiempo con la madre por cuestiones biológicas.

-Para terminar… ¿cómo le gustaría que recordaran a María Pérez cuando su carrera finalice?

-Como una persona que ha motivado a muchos niños con las cosas que ha hecho. Como dije en Sevilla, el récord de 35 km marcha no lo hago por mí. Yo cuando veía que hacían un récord en 20 km o en 5 km, me motivaba. Decía que si una persona lo lograba por qué yo no podría hacerlo. Creo que es un aliciente para motivar a los más jóvenes. Las marcas y los récords están para quitarlos, para seguir soñando y seguir mejorando y eso hará que nuestra disciplina continúe estando en la élite mucho tiempo.

El objetivo en una carrera es acabar vacía,

acabar sin energía significará

que lo he dado todo. Si es con

medalla, mejor, y si no, también

estaré satisfecha.