dermatología Jerez

Todo sobre la piel en verano: tatuajes, piercing, depilación y, sobre todo, sol

La piel es nuestra primera protección natural frente a químicos ambientales, radiaciones solares, estímulos mecánicos o las infecciones. Además, tiene una función esencial para regular nuestra temperatura y nos relaciona con el exterior a través de miles de receptores. Sin embargo, no se le presta la atención que merece.

La piel representa un 20% del total del rendimiento de un deportista. Hay que tener en cuenta que gran parte de la práctica deportiva se realiza al aire libre. Por eso, el deportista deberá tener siempre en cuenta el factor solar. Los corredores de fondo tienen más probabilidad de sufrir un cáncer de piel, por los factores de riesgo asociados a la radiación ultravioleta, según demuestran los estudios.

La radiación solar tiene consecuencias tanto agudas (la quemadura solar producida por los rayos ultravioleta tipo B) como crónicas, causada por la radiación tipo A, que daña a capas más profundas alterando el ADN celular y puede producir cáncer de piel.

La piel tiene memoria

Como suelen señalar los dermatólogos, «la piel tiene memoria»: recibimos gran parte de la exposición solar se recibe durante los primeros 20 años de vida, y las quemaduras durante infancia y adolescencia pueden duplicar el riesgo de cáncer de piel tipo melanoma. Además, los daños de la radiación tipo A pueden generar queratomas actínicos, lesiones que aparecen en cueros cabelludos o zonas de máxima exposición, un carcinoma basocelular (otro tipo de tumor de piel), los llamados «lunares malos» y otros efectos como los puntos negros; los léntigos (manchas solares), la hipopigmentación (manchas blancas que aparecen en piel envejecida) o los cutis romboidales de la nuca.

Por eso conviene que nos protejamos siempre, aunque amanezca nublado, y que conozcamos cuál es nuestro fototipo. También es recomendable evitar las horas centrales del día para la práctica deportiva y vestir prendas adecuadas que protejan la piel. Por último, están las cremas protectoras, siempre teniendo en cuenta que su efecto es limitado en el tiempo y que si tu piel es grasa, te convienen cremas o geles que lo resistan mejor.

Otros factores de riesgo para la piel

La incidencia de la radiación es el factor del que más debe cuidarse un deportista. Sin embargo, hay otros:

  • Los tatuajes. Si decides hacerte uno, conviene acudir a un lugar que cumpla con los criterios legales y sanitarios. Son frecuentes las infecciones, y otro posible problema es la reacción alérgica a la tinta, con especial incidencia del color rojo. Si el tatuaje es grande, puede afectar al rendimiento porque el deportista sudará menos y se perderá capacidad de refrigeración. Además, impedirá ver si bajo el dibujo hay melanomas o carcinomas, y el riesgo de quemadura en una resonancia magnética es mayor.
  • Los piercing dan lugar a problemas de piel en el 20% de los casos. El más frecuente, las infecciones, que pueden llegar al cartílago. Además, el metal puede producir alergias.
  • La depilación es otra práctica con la que conviene adoptar precauciones, que puede producir dermatitis irritativas, sobre todo cuando se hace en seco o la aparición de foliculitis, granitos que aparecen alrededor del folículo. No conviene que se exponga la zona depilada al sol justo después, porque se corre el riesgo de que la zona se pigmente.
  • En este repaso por los riesgos para la piel asociados al deporte, es importante recordar que quien sufre alopecia no está protegido contra la exposición solar y debe adoptar, por tanto, mayores precauciones.
  • La urticaria colinérgica afecta a un 14% de los deportistas, frente al 2% de la población general. Se trata de unos pequeños habones o ronchas, de 2 a 4 milímetros, que aparecen al comienzo de la sudoración y van acompañados de un picor intenso. Casi siempre se solventa espontáneamente en unos minutos, pero si el picor es intenso o se generaliza debe consultarse al médico.