Para realizar este tipo de pruebas es necesaria la prescripción médica y asistir a la prueba en ayunas, sin haber ingerido nada durante las últimas 6-8 horas anteriores a la prueba. En algunas ocasiones su médico le recomendará que deje de tomar ciertos medicamentos si así lo estima.
La prueba dura entre 20 y 30 minutos.
La diferencia entre el PAAF y el PAAG es que en el primero se realiza la prueba con una aguja fina para extraer un trozo de la lesión a analizar y en el segundo se usa una aguja un poco más grande para seccionar un trozo mayor de la lesión e incluso extirpar por completo la misma.