Alberto Amezcua (marchador)

 

Alberto Amezcua (Guadix, 1992) es uno de los referentes más destacados de la marcha española. Un logro nada sencillo debido a que es una de las disciplinas con más nivel del atletismo nacional. En su especialidad, los 20 km marcha, ha sido múltiples veces campeón de España en categorías inferiores. A nivel absoluto, este corredor granadino ha sido subcampeón nacional en 2021 y tercer clasificado en 2019. En pruebas internacionales, destacan sus top-10 en el Mundial de Londres 2017 y en el Europeo de Zúrich de 2014. Y sin olvidar que ha sido el gran dominador del 2021 en los 10 km marcha.

Este extenso palmarés lo quiere completar en los Juegos Olímpicos de Tokio con una medalla. A esta cita llegará en el mejor momento de su carrera. No obstante, Amezcua reconoce que para alcanzar este nivel ha tenido que trabajar duro física y mentalmente. Su exigente entrenamiento, sus sueños y la vida de un atleta son algunos de los temas con los que charlamos con el marchador de Guadix.

Alberto Amezcua marchador

-salud+deporte: ¿Qué es lo que más le llamó la atención de los 20 km marcha para iniciarse en esta disciplina?

-Alberto Amezcua: Lo que más me gustó es que es una prueba muy técnica, que tienes que cuidar muchos aspectos. No sólo vale con ir al 100% sino que tienes que prestar atención a una serie de aspectos técnicos para que no te penalicen. También ayudó a que me iniciara en ella que la marcha atlética en Guadix es el deporte rey. Me llamó mucho la atención que era una disciplina no tan conocida. Posteriormente, empecé con campeonatos de España y fueron acompañando los resultados y eso facilitó que yo ya decidiera continuar en ella.

-Además de deportista, ha sido estudiante de oposiciones para el Cuerpo Nacional de Policía. ¿Cómo se compaginan ambas cosas?

-Es complicado. El deporte de alto nivel y, más aún nuestra disciplina, te exige muchas horas de dedicación, muchos kilómetros y un desgaste físico y mental muy grande. Ya no sólo tienes que hacer ‘encajes de bolillo’ para ver las horas que quedan disponibles para estudiar sino que hay que procurar que esas horas cundan. Y es que una vez que terminaba al entrenamiento no estaba en condiciones para rendir y ponerme delante de un libro para estudiar o para hacer pruebas. Es difícil pero al final, el día tiene muchas horas, es cuestión de organización y de ser consciente de que hay que hacer sacrificios.

-salud+deporte: ¿Qué es lo que más le llamó la atención de los 20 km marcha para iniciarse en esta disciplina?

-Alberto Amezcua: Lo que más me gustó es que es una prueba muy técnica, que tienes que cuidar muchos aspectos. No sólo vale con ir al 100% sino que tienes que prestar atención a una serie de aspectos técnicos para que no te penalicen. También ayudó a que me iniciara en ella que la marcha atlética en Guadix es el deporte rey. Me llamó mucho la atención que era una disciplina no tan conocida. Posteriormente, empecé con campeonatos de España y fueron acompañando los resultados y eso facilitó que yo ya decidiera continuar en ella.

-Además de deportista, ha sido estudiante de oposiciones para el Cuerpo Nacional de Policía. ¿Cómo se compaginan ambas cosas?

-Es complicado. El deporte de alto nivel y, más aún nuestra disciplina, te exige muchas horas de dedicación, muchos kilómetros y un desgaste físico y mental muy grande. Ya no sólo tienes que hacer ‘encajes de bolillo’ para ver las horas que quedan disponibles para estudiar sino que hay que procurar que esas horas cundan. Y es que una vez que terminaba al entrenamiento no estaba en condiciones para rendir y ponerme delante de un libro para estudiar o para hacer pruebas. Es difícil pero al final, el día tiene muchas horas, es cuestión de organización y de ser consciente de que hay que hacer sacrificios.

-Aunque compaginar ambas cosas quizás le ha podido venir bien en ocasiones para desconectar, ¿no?

-Sí, el tener la mente ocupada en otra cosa que no sea solo el deporte de alto nivel también te quita algo de presión porque no estás todo el día enfocado en el deporte.

-¿Qué le gusta a hacer a Alberto en su tiempo libre? Si es que tiene…

-Es complicado. Además de entrenar, luego hay muchos aspectos que tienes que cuidar como el descanso, la alimentación, la fisioterapia, la psicología… Al final, cualquier pequeño detalle marca diferencias en los niveles en los que estamos. Si a eso le añades el tema de la oposición pues poco tiempo libre me queda. Intentamos sacar algún hueco porque es que, si no es así, mentalmente te saturas y no puedes rendir ni en una cosa ni en otra. Me gusta ir al cine, ir a pasear por Granada, por la naturaleza…

-¿Considera duro ser deportista de élite o, por el contrario, cree que es un privilegio?

-Ambas cosas. Vamos tan al límite que te tienes que habituar a entrenar con dolor. En un principio me costó mucho asimilarlo y aceptarlo y fue complicado. Necesité ayuda de una psicóloga deportiva para hacerme a la idea de que así iba a ser mi día a día. Evidentemente, teniéndolo controlado con los fisioterapeutas para que no vaya a más pero claro, el deporte de alto nivel conlleva muchos sacrificios en numerosos ámbitos. Pero por el contrario, te sientes privilegiado de estar haciendo algo a un nivel que no todos son capaces y ya no solo por los resultados que consigas sino por las experiencias que vives: poder viajar tanto, conocer culturas, amistades nuevas, valores…

-¿Cuál es su sueño como atleta?

-He estado en mundiales, campeonatos de Europa… y son eventos de máximo nivel pero claro, como unos Juegos Olímpicos… Mi sueño es clasificarme para los Juegos Olímpicos y, una vez que pueda estar, no renunciar a nada porque con la marca personal que tengo otros años se han conseguido medallas a nivel internacional. No hay que ponerse límites.

Entrenamiento y preparación

-Cuenta ya con una importante carrera a sus espaldas, ¿ha cambiado mucho la preparación desde sus inicios en el profesionalismo o continúa siendo más o menos igual?

-Sí. Estamos en continuo aprendizaje. Voy adquiriendo madurez y voy conociendo mi propio cuerpo. Antes solo era la opinión de mi entrenador -Daniel Jacinto Garzón- lo que primaba y ahora ya incorporamos un poco mi experiencia y lo mejor que se puede adaptar o lo que no y lo ponemos en práctica, lo hablamos y llegamos a un consenso. En el 2021, por ejemplo, he cambiado ciertas cosas.

Estamos en continuo

proceso de aprendizaje

y mejora, introduciendo

cuestiones que hace años se nos

escapaban.

-¿Nos puede comentar algunas de esas modificaciones que habéis realizado?

-Pues mira, la semana de la competición, que es de menos kilómetros para recuperar, el volumen que hacíamos era muy bajo en comparación a las semanas anteriores. Yo sentía que no llegaba con chispa a la competición y hablando con mi entrenador hemos dicho de meter más kilómetros esa misma semana. Siempre estamos en un continuo proceso de aprendizaje y mejora e introduciendo cosas que hace algunos años se nos escapaba o no le dábamos tanta importancia.

Ha comentado en alguna ocasión que durante años le mermó la alergia. ¿Cómo le afectaba a su preparación?

-Todas las competiciones clasificatorias para los eventos importantes nos las jugamos en los meses de mayo. Aunque no tengo una alergia muy fuerte, es verdad que mi rendimiento se ve mermado. Cuando el resto está al 100% y tú estás al 85%, la diferencia es abismal. Ya me puse en manos de un especialista y entonces me modificó el tratamiento por completo.

“Necesitas rodearte de gente profesional”

-¿Cuáles son los profesionales que le ayudan en su preparación?

– Tengo un grupo multidisciplinar muy bueno. Tengo un fisiólogo para temas de biomecánica, de avituallamiento, luego fisioterapeutas, también cuento con la ayuda de Clínicas Beiman, psicóloga deportiva… Estoy rodeado de un grupo que me está ayudando en el camino a poder llegar a los Juegos Olímpicos. Necesitas rodearte de gente profesional. A nivel mundial, en los entrenamientos estamos todos más o menos igual. Lo que marca la diferencia es el que mejor recupere a través de fisioterapia, la nutrición, la psicología…

-¿Ha sufrido muchas lesiones a lo largo de su carrera?

-No he tenido ninguna importante aunque todos los años he acarreado alguna molestia que me ha impedido ligeramente desarrollar de forma normal mi entrenamiento. Lo más serio que he tenido ha sido un principio de pubalgia y molestias en el tendón de Aquiles pero, por suerte, no han ido a más.

Competición

-Los días previos a una carrera, ¿cómo hace para relajarse?

-Con la psicóloga hago muchas técnicas de relajación. El día previo sí es de nervios y el que diga que no pues engaña ya que al final te estás jugando cosas importantes. Eso sí, no es bueno ni un nivel de sobreexcitación, porque consume y cansa, ni tampoco un nivel de relajación extremo porque provoca todo lo contrario. Intentamos estar en un término intermedio y hacer cosas que distraigan.

-Muchas veces ocurre que el cuerpo no responde en una prueba. Cuando eso le sucede, ¿cómo intenta continuar y hacer una buena carrera?

-La noche previa hago con la psicóloga trabajo de visualización y de plantear para la carrera una opción A y una opción B. La A es para lo que he entrenado, por así decirlo, mi carrera ideal. La B es cuando no te encuentras bien del todo. Así, si en carrera te pasa eso, pues ya sabes cómo abordarlo. Es que si no es así, al final la mente es la que te lleva a decir si me retiro o tiro la toalla.

-¿Qué le ronda la cabeza cuando recibe una amonestación?

-En la escuela que nosotros tenemos de Guadix le dedicamos muchas horas semanales a la técnica y no solemos tener casi ningún problema técnico. Alguna vez me han podido enseñar alguna tarjeta pero convives con ello. Si fueses a decir que tienes problemas de este tipo, que continuamente los jueces te sancionan, sí sería más difícil.

-Desde los medios se tiende simplificar todo al triunfo o fracaso en el deporte. Pero la realidad es que siempre hay un trabajo muy duro detrás, se consiga o no una medalla. ¿Se es injusto con muchos deportistas cuando no logran un gran resultado en una prueba en concreto?

-Sí, porque al final lo que se está transmitiendo a los que vienen por detrás es que solo vale ganar. Todos queremos ganar. Si quedas cuarto, octavo o lo que sea, no significa que seas peor. A lo mejor ese día has tenido un peor día. No debe valorarse todo porque se gane. Al final lo que se debe de promover es el sacrificio, la dedicación… Todos estamos sacrificados un año entero entrenando a un nivel de exigencia altísimo y el que primero quiere hacerlo bien es el deportista. No somos máquinas.

“Si algo me ha caracterizado es que de todos los momentos de dificultad he sacado conclusiones para seguir mejorando”

-Posiblemente, se encuentra en el mejor momento de su carrera…

-Yo diría que sí. Siento un equilibrio físico y mental muy bueno. Es verdad que en 2017 cuando quedé noveno del mundo, que es cuando hice mi marca personal, pues fue un año deportivo muy bueno. Pero todavía me veía un poco inmaduro. Ahora, conforme han ido pasando estos cuatro años, he tenido muchos altibajos, especialmente por el tema de la alergia que me ha impedido tener una continuidad y eso te va mermando mentalmente. Pero he llegado a un punto en mi carrera que me siento muy estable emocionalmente y físicamente y con mucha confianza en mí mismo.

-Se quedó fuera de dos grandes pruebas, como los Mundiales de Pekín en 2015 y los Juegos de Rio en 2016. ¿Le costó recuperarse de esas decepciones?

-En su momento sí me costó. Fueron dos años complicados. 2015 de hecho fue el peor de mi carrera deportiva. La temporada anterior quedé décimo en el campeonato de Europa de Zúrich. Fue pasar de estar bien a no encontrarme en mi mejor nivel y quedarme fuera de Pekín. Luego en 2016 sí me fue mejor. En la última carrera clasificatoria, uno de mis rivales me rebajó la marca en escasos segundos y eso sí que fue un palo grande porque me veía en los Juegos Olímpicos. Pero si algo me ha caracterizado es que luego me he superado y de todos esos momentos de dificultad he aprendido, he sacado conclusiones para seguir mejorando.

Futuro

-¿Se ve ligado a la marcha en el futuro como entrenador?

-Sí me gustaría estar ligado a la marcha. Cuando finalice mi carrera deportiva, espero que aún me queden bastantes años, quiero sacarme el título de entrenador nacional. Pero ahora mismo no me veo en esa posición de entrenador.

-Ha brillado en 10 km y en 20 km. ¿Le gustaría probar también en los 35 km ahora que va a ser disciplina olímpica?

-Es una distancia que me llama la atención mucho. Lo cierto es que los 50 km nunca me han motivado. Sin embargo, en los 35 km sí que me veo yo una vez que observe que en los 20 km no soy competitivo. Es una distancia que se puede adaptar a mí.

Alberto Amezcua

-¿Cómo le gustaría que recordaran a Alberto Amezcua cuando finalice su carrera?

-Como un deportista que nunca ha tirado la toalla ante muchos contratiempos y dificultades que se me han ido presentando. También como un buen compañero, como una persona que busca el buen ambiente y la disciplina. Y, por supuesto, como un atleta humilde. Los valores de humildad son fundamentales aunque se consigan cosas importantes. Esto lo intento yo transmitir a los pequeñitos que vienen por detrás ya que, al final, somos referentes y ejemplos en los que se fijan.

-La marcha siempre ha dado grandes alegrías al deporte español. ¿Cree que continuará siendo así?

-Sí. Si te hablo de mi grupo de entrenamiento de Guadix, que es el núcleo más importante de España, los que estamos ahí llevando la batuta somos María Pérez y yo pero luego hay gente joven, como José Manuel Pérez Rubio, José Luis Hidalgo y otros pequeñitos, que tienen una pinta buenísima. Tienen una calidad bestial. El futuro está garantizado.