La clave contra la espasticidad

La efectividad de las ondas de choque

 

Un estudio desarrollado en la Universidad de Cádiz ha detectado la efectividad de las ondas de choque en el tratamiento de la espasticidad, algo que los profesionales de Beiman llevan captando desde hace tiempo

 

La espasticidad se traduce en una inusual tensión muscular y puede interferir con la actividad de caminar, el movimiento o el habla.

Las ondas de choque producen una regeneración de los tejidos enfermos o lesionados, sobre todo en aquellos procesos que cursan disminución o alteración de la vascularización.

Debido a que el accidente cerebrovascular es una patología con gran importancia en nuestra sociedad, siendo la primera causa de discapacidad motora, son necesarios los avances en nuevas terapias que favorezcan una mejora en la calidad de vida de estos pacientes.

Las ondas de choque son efectivas en la reducción de la rigidez de la musculatura y la excitabilidad medular. Como efecto adverso, solo hay constancia de dolor durante su aplicación.

Los beneficios encontrados en la mayoría de estudios son a corto plazo, pero cada vez está siendo más indicado por neurólogos ante accidentes cerebrovasculares.

El protocolo de aplicación de Beiman se base en tres sesiones como mínimo y cinco como máximo, tiempo en el cual, si la patología no mejora, se considera que el tratamiento no surte efecto.

Hacer el dolor visible

Hacer del dolor algo visible y patente

Muchas personas conviven con el dolor en sus vidas, afectandoles tanto física, como psiquica y socialmente.

Sin duda se trata de una enfermedad si nos atenemos a los parámetros citados. Existe el dolor agudo y el crónico, éste con presencia de 3 a 6 meses en adelante, y según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud el 70% de la población convive alguna vez en su vida con el dolor.

Hoy en día existen técnicas muy novedosas que aunque no prometen la curación absoluta si consiguen la mejora de la calidad de vida a muchos niveles.

La Unidad del Dolor de Grupo Beiman con el Dr. Domingo Ventura  a la cabeza dedican sus conocimientos a anular el mecanismo de transmisión del dolor, a actuar en los nervios que conducen esa sensación. Hablamos de un mal invisible que requiere un trabajo largo, revisiones y un abordaje y estudio correctos, por eso consideramos que el tratamiento tiene que ser individualizado, y constar de una exploración del paciente a fondo, de los tratamientos con que se trata esta y otras enfermedades presentes y de una trabajo de promoción constante de la salud.

Póngase en contacto con nuestro equipo e investigaremos su caso y la mejor solución.