Reconocimiento médicos buceo

Reconocimiento médico buceo – Aptitud de la práctica subacuática – Clínicas Beiman

El buceo realizado como actividad deportiva es una disciplina que, debido al medio especial en el que se desarrolla, requiere unas condiciones de salud adecuadas. Estas condiciones deben ser certificadas, según la legislación vigente, por un médico titulado especialista en medicina del deporte o con formación en medicina subacuática e hiperbárica, a través de la expedición de un certificado médico para buceo.

El ser humano ha logrado suplir las deficiencias morfofuncionales requeridas en el medio acuático con su ingenio y con diversos equipamientos. Esto le ha permitido disfrutar de la magia de sumergirse en un ambiente de ingravidez y de naturaleza por descubrir como es el fondo marino. Sin embargo, todo ello no evita que el buzo desarrolle diferentes respuestas fisiológicas como consecuencia de la inmersión.

El profesional que realiza el reconocimiento médico de buceo (o los reconocimientos médicos de aptitud a deportistas de las diferentes modalidades deportivas subacuáticas) debe contar con conocimientos básicos de la fisiología del buceo. Este conocimiento le permitirá entender mejor al deportista, comprender las diferentes propuestas de protocolos de reconocimientos y poder así tomar las mejores decisiones a la hora de solicitar exploraciones complementarias para certificar o no, la aptitud de un buceador o un deportista en concreto.

En nuestras clínicas de Jerez, Las Cabezas, Sevilla, Córdoba, Jaén, Granada, Huelva y Almería contamos con médicos del deporte con título de aptitud en medicina hiperbárica otorgado por la Sociedad Andaluza de Medicina del Deporte (SAMEDE). Estos especialistas pueden expedir el certificado médico para buceadores.

¿En qué consisten nuestros reconocimientos médicos de buceo o de aptitud para actividades deportivas subacuáticas?

En Clínicas Beiman realizamos una anámnesis detallada y minuciosa de manera que podamos detectar enfermedades que el buceador omita o que simplemente no las considere como un riesgo potencial para su salud durante la inmersión.

Es necesaria la realización de un cuestionario sobre antecedentes personales y familiares, firmado por el buzo en presencia del médico.

Tras esto, las pruebas que se llevan a cabo son:

  • Exploración por aparato
  • Electrocardiograma
  • Control de visión
  • Medidas antropométricas
  • A veces se hacen necesarias otras pruebas, según criterio médico, como la radiografía o derivaciones a otros especialistas.

Datos de interés para practicantes del buceo

La Divers Alert Network es una entidad internacional sin ánimo de lucro, destinada a la investigación, el asesoramiento y la promoción de todo tipo de actividades relacionadas con la medicina del buceo. Cuenta con una línea telefónica de consulta médica urgente.

Rehabilitación con magnetoterapia en Clínicas Beiman

Se denomina magnetoterapia al tratamiento aplicado en fisioterapia avanzada mediante campos magnéticos. Los campos magnéticos aplicados en medicina son de baja frecuencia y de baja intensidad. En la actualidad, y aunque varía según diversos factores, se considera que su intensidad promedio es de 0,4 – 0,5 gauss.

La magnetoterapia produce un aumento de la presión parcial de oxígeno en los tejidos, hace efecto sobre el metabolismo del calcio en hueso y sobre el colágeno, estimulando la osificación, la cicatrización de heridas, la relajación muscular, la vasodilatación local con efecto trófico, el efecto antiinflamatorio, el efecto de regulación circulatoria y el efecto analgésico.

magnetoterapia

En Clínicas Beiman, utilizamos el sistema electromagnético de alta intensidad SEMAI, una tecnología novedosa en fisioterapia en Granada y fisioterapia en Guadix. SEMAI es hasta 600 veces más potente que equipo de magnetoterapia estándar y eso nos permite conseguir muchos resultados en el proceso de recuperación de nuestros pacientes.

SEMAI (Sistema de Estimulación Electromagnética de Alta Intensidad) acelera la recuperación de las fracturas y edemas óseos. Permite un abordaje potente del dolor y multiplica los efectos celulares y metabólicos para una regeneración de los tejidos, tanto a nivel muscular como óseo, ligamentoso y tendinoso.

Esta terapia no es agresiva, invasiva ni dolorosa. Se realiza sin contacto directo con la piel, sino a través de un aplicador, un transductor de refrigeración de circulación de aceite único que facilita el tratamiento continuo. El campo magnético atraviesa los tejidos y podemos trabajar hasta diez o doce centímetros de profundidad.

El tratamiento de fracturas con SEMAI es una de las indicaciones con el más respaldo científico. Esta patología y sus tiempos de recuperación se ven reducidos con este tratamiento, y de la misma forma logramos la eliminación del dolor en un tiempo récord.

El aplicador de magnetoterapia más frecuente es un solenoide que produce el campo magnético, incluido en un cilindro de material plástico para facilitar su limpieza donde se introduce la zona a tratar. Existen generalmente dos diámetros de solenoide, los de pequeño tamaño para extremidades: pierna (hasta rodilla) brazo, antebrazo; y los de tamaño grande para el resto de localizaciones. Para aplicaciones generales hay dispositivos especiales, consistentes en una camilla con un solenoide desplazable, dotado de un pequeño motor que realiza barridos sobre zonas amplias o sobre el cuerpo entero.

Para qué se utiliza la magnetoterapia

La magnetoterapia está muy indicada en procesos reumáticos, artropatías degenerativas (gonartrosis, coxartrosis, espondilosis), artropatías inflamatorias (espondilopatías reumáticas, espondilitis anquilopoyéticas) en reumatismos periarticulares, polimialgia reumática, síndromes discales, radiculitis, ciatalgias, periartritis, miositis y tenomiositis. También está demostrada su eficacia en trastornos de la osificación, osteoporosis, retardo de consolidación de fracturas y Sudeck. Además se utiliza en el tratamiento de contusiones, esguinces, luxaciones, contracturas musculares y tendinitis, neuralgias braquial, intercostal, del trigémino, isquialgias, lumbalgia, ciática y migrañas.

Está contraindicado su uso en pacientes portadores de marcapasos, embarazo, enfermedades víricas, micosis, hemorragias o heridas hemorrágicas y hay que prestar especial atención en los períodos de menstruación en aplicaciones abdominales.

Es una terapia muy eficaz y cómoda para el paciente al ser indolora y se obtienen muy buenos resultados dentro de la fisioterapia.